El despertar medioambiental de VC en Latinoamérica

Salkantay Ventures
7 min readNov 2, 2021

Por Diego Rojas, Summer Associate en Salkantay Ventures

“No tenemos tiempo para sentarnos mientras nuestro planeta arde” Alexandria Ocasio-Cortez.

Seguramente nos espantamos hace un par de meses cuando leímos la noticia sobre el último reporte medioambiental del IPCC (Comité Intergubernamental por el Cambio Climático). Este es un documento escrito por más de 200 científicos expertos de 66 países y presenta análisis y recomendaciones sobre el cambio climático. Como principal punto, proyecta que para 2100, no solo no estaremos alcanzando el objetivo del Acuerdo de París (de un tope de 1.5° C de incremento en temperatura global), sino que muy probablemente estaremos viendo un aumento de entre 3.5–5° C. Esto implica que el calor extremo, sequías, inundaciones, e incendios aumenten entre 3–5x. Si esto no les preocupa, el reporte también menciona que es muy probable que las temperaturas aumenten en América Latina a tasas más rápidas que el promedio mundial.

Simulación del efecto humano en el cambio climático — Fuente: IPCC Report — Summary for Policymakers

Reconociendo el cambio climático como problema global, varios gobiernos están estableciendo compromisos para poder contrarrestarlo. Estados Unidos, por ejemplo, se comprometió a reducir sus emisiones de carbono en un 40% hasta 2030, China afirma que logrará neutralizar el 100% de sus emisiones para 2060 y, si hablamos de Latinoamérica, Brasil, Colombia, Chile, Argentina y México ya están implementando o pronto implementarán legislaciones para reducir las emisiones del sector industrial. Estos compromisos además vienen siendo cada vez más ambiciosos. Esta semana empezó la Conferencia COP 26 en Glascow y esperamos muchos más compromisos gubernamentales. En medio de esta lluvia de noticias alarmantes y compromisos gubernamentales para frenar el cambio climático, han habido en los últimos años ganadores claros: las startups del segmento cleantech, empresas que tienen como objetivo mejorar la sostenibilidad ambiental. El 2020, se invirtieron a nivel global +$17 mil millones en este segmento y para 2021, se espera que la cifra llegue a $49 mil millones (para dimensionar, este es el tamaño de la economía boliviana).

Lo que hace realmente interesante a este sector es que el cambio climático se tiene que atacar de forma global y, para alcanzar los objetivos trazados, no es suficiente invertir solamente en Estados Unidos o en Europa, sino que se requiere de un esfuerzo global. Tomemos como ejemplo el caso del sector agrícola de Latinoamérica, región que produce el 25% de los productos alimenticios del mundo. En este sector, invertir en mejores prácticas agrícolas en Latinoamérica podría tener un impacto sustancial en los consumidores a nivel mundial.

Sabemos ya sobre el boom de la inversión en VC en Latinoamérica. Solo en 2021, se alcanzaron los $8.8 mil millones, en casi 400 transacciones según datos de PitchBook. Eso es más que el capital que se invirtió en 2019 y 2020 combinados, y tanto como se invirtió en total desde 2012 hasta 2018. Si evaluamos solamente las inversiones en cleantech, en 2020 en México crecieron en un 810%, en Argentina en un 770% y en Chile en un 55%. Efectivamente estamos viviendo el despertar de la inversión de VC en cleantech en Latinoamérica.

En la región existen varios subsectores e innovaciones interesantes en cleantech; startups que están ayudando a mejorar el estándar de vida de muchas personas en la región, mientras contribuyen a la reducción de emisiones de carbono. En resumen, un gana-gana que además tiende a incrementar su impacto con las regulaciones que vienen en camino. En este blog te queremos contar sobre los 3 subsectores en cleantech que nos llaman la atención como Salkantay.

Para lograr una reducción relevante en emisiones, lo primero que necesitamos es cambiar nuestra matriz energética, es decir, migrar de combustibles fósiles hacia energías renovables. Este es un desafío no menor, pues no solo tenemos que reemplazar las actuales fuentes de energía, sino que tenemos que producir más energía para las casi 800 millones de personas que todavía no tienen acceso a ella en el mundo, 30 millones de las cuales se encuentran en Latinoamérica. Debido a su gran extensión territorial, difícil geografía, baja densidad poblacional en ciertas zonas, mala conectividad y altos costos de combustible, en nuestra región existe un gran reto y oportunidad para brindar energía a comunidades aisladas, así como para reducir los gastos energéticos a personas y empresas al cambiarse a un consumo de energías renovables. Si a esta oferta energética se suman servicios financieros cómo créditos, por ejemplo, la oportunidad se vuelve aún más grande, y así mismo su potencial impacto social y ambiental.. NEU Energy y Litro de Luz son dos ejemplos de startups que están llevando energía eléctrica a lugares donde previamente no existía y lo están haciendo no como venta de un producto (paneles solares por ejemplo), sino como un servicio, sin inversión inicial.

Inversiones en energías renovables por país y por año — Fuente: BloombergNEF

Otro sector que tendrá un gran impacto en la lucha por descarbonizar el planeta es la cadena alimenticia: desde la producción agrícola, hasta el producto que llega al consumidor final. En un mundo cada vez más poblado, con una creciente demanda por alimentos, la digitalización del sector agrícola no solo es estratégica para las empresas, sino urgente desde una perspectiva social y medioambiental. Existen muchas oportunidades en la mejora de la eficiencia de los cultivos, la logística para llegar al consumidor final, así como en el sector de la descarbonización. El sector agrícola es uno donde la digitalización aún no ha entrado con fuerza debido a las características de los agricultores (+95% del mercado son productores pequeños o medianos). Las nuevas startups que ingresan al sector y ofrecen a los agricultores soluciones conectadas para rastrear y mejorar el rendimiento de sus cultivos están jugando un papel importante en una región donde la agricultura todavía se realiza en su mayoría con métodos de producción tradicionales y manuales. Mejores sistemas de irrigación pueden disminuir el consumo de agua en 60%; una mejor trazabilidad de clima, siembra y cosecha pueden reducir el consumo energético en 25% y aumentar el precio de un producto hasta 30 veces. Si a esto añadimos startups que ofrecen oportunidades financieras a productores que hasta ahora se veían alejados de la bancarización, el potencial de mejora productiva se agranda aún más. A nivel producto final, el consumidor actual está diversificando cada vez más sus fuentes de alimento, principalmente hacía opciones más sustentables y alejadas del consumo de carne. No por nada, NotCo se ha convertido en el primer unicornio latino en el sector de foodtech. SIMA, Kilimo y Auravant son ejemplos de startups que se han adaptado a la realidad de los agricultores, ofreciendo servicios económicos y adecuados a sus capacidades tecnológicas que les permite entender mejor sus procesos, encontrar mejoras en los mismos, y aumentar sus ingresos.

El tercer sector que estamos viendo con interés es el de la gestión de excedentes de producción. Las pérdidas minoristas globales debido a la producción que tiene que ser desechada llegan a +$430 mil millones. Además, aproximadamente el 10% de la producción global corre el riesgo de desecharse debido a la rotación lenta, la vida útil limitada de los productos, o los daños en los empaques que no dañan la integridad de los productos, entre otros. El manejo de estos productos que, en su gran mayoría terminan convertidos en desechos, no es solo un problema del sector privado, sino también en el sector público. El latinoamericano promedio genera alrededor de 1 kg de basura diaria, esto ocasiona que la gestión de residuos sea el mayor gasto de la mayoría de los municipios en Latinoamérica. Iniciativas que permitan a empresas reducir, reciclar o vender sus excedentes productivos a través de canales que no canibalicen sus ventas, ofrecerán no solo ingresos adicionales a estas empresas, sino también una mejora en su sostenibilidad. Nilus y Sugo son dos startups que están revolucionando este sector en Latinoamérica y atrayendo la vista de inversores regionales y globales. Nilus gestiona productos alimenticios frescos que hubieran sido desechados y los vende a precios atractivos en favelas y vecindarios de menores ingresos. Sugo, por su parte, comercializa en su plataforma online productos próximos a vencer o con algún defecto menor en su empaque, a precios altamente descontados. Ambas soluciones crean canales nuevos de distribución para las empresas con quienes trabajan, al tiempo que ayudan a cumplir con sus objetivos de sostenibilidad y eficiencia operativa..

Hasta ahora hemos hablado de startups y oportunidades que, independientemente de las regulaciones, han encontrado un espacio en el mercado. Pero hay un plus que hace que estas inversiones sean aún más interesantes y de mayor impacto. Ya sea reemplazando energías convencionales con renovables, o mejorando la eficiencia en cultivos, estas innovaciones llevan a un ahorro importante en emisiones de carbono comparado con un escenario donde estas actividades no se hubiesen llevado a cabo. Gracias a los mercados de carbono, estos ahorros o desviaciones en emisiones pueden ser monetizados como créditos de carbono, los cuales pueden ser vendidos a otras compañías que deseen o se vean obligadas legalmente a reducir su huella medioambiental; estos créditos a su vez, generan un nuevo canal de ingresos para agricultores, usuarios de energía, y productores. Adicionalmente estos mercados, generan nuevos modelos de negocio para reforestación, aforestación, y gestión de residuos, entre otros. Cultivo es un ejemplo de una startup mexicana que ofrece a empresarios la oportunidad de acceder a créditos de carbono provenientes de proyectos de reforestación en Latinoamérica y otras geografías.

Hay algo que caracteriza a todas estas startups: los emprendedores se han adaptado a las necesidades particulares de los clientes en Latinoamérica y están ofreciendo soluciones escalables para las realidades de la región. Con el incremento de fondos con tesis de inversión enfocadas en este sector a nivel global como Breakthrough Energy, Clean Energy Ventures, Lower Carbon Capital entre otros; y regionales como SP Ventures, e10, Chile Global Ventures, y varios otros, las startups latinoamericanas en cleantech están en auge, y nosotros los latinos aprovechando su impacto y mirando al futuro con mayor optimismo y esperanza.

En Salkantay Ventures estamos mirando con mucho interés esta industria; si eres un emprendedor latinoamericano con una solución innovadora en cleantech, contáctanos, ¡te queremos conocer!

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